
Cuando todo moría
y del amor más amargo
me bebía de a poco
ya mi último trago,
la agonía en mis ojos
me sumaba más años
y le hizo trampa a su vista…
¡Primavera en su mano!
La experiencia y la vida
le mostró las heridas
de mi turbio verano
sin calor ni alegría.
Mi ímpetu joven fue lienzo,
su pasión dio lugar a una obra
pintada sin edad y sin tiempo.
Sin tocar, nos amamos de sobra.
Y bailamos la danza
del amor más profano
deshojaron sus hojas
Como árbol de antaño.
Sentí en su caer la locura
Cuando en mí suavemente se posaron.
Y lozanas, renovadas mis ansias,
rebosaban mis cántaros
como nunca aún siendo niño
me tocó con su amor ningún árbol.
En secreto, sin querer yo fui presa
de vivir este gran sentimiento
y el bagaje de los años vividos
Indiscreto murmuró y le hizo el cuento
de cómo emanan mis ríos de amores
Y mis rosales de su alma sedientos.
Ya vuelvo a nacer… de ilusión no
carezco.
Ya roto el esquema, ¡En otoño florezco!
Adalgisa Suriel©
Copyright 2010
Me envuelves en tus letras que acarician el alma, gracoas amiga, eres una poetisa.
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